Los adolescentes sienten que los adultos y especialmente sus padres, no los comprenden, el diálogo con ellos se interrumpe.
A medida que se apartan de la familia, encuentran nuevos interlocutores en sus amigos, en su diario (que es privado pero se deja, al principio, a la vista de todos), en su agenda (que las chicas, sobre todo, comparten con las amigas).
El grupo ayuda a elaborar la separación del entorno de la infancia y la salida al mundo adulto. Cumple la función que antes corresponda a la familia.
Provee modelos identifica torios, normas, códigos compartidos, contención emocional, espacios, tiempos, rutinas.
Permite expresar, en un contexto válido, la rivalidad, los celos, la competencia.
Permite también fortalecerse para los primeros contactos externos, criticar a los padres, a los docentes, a otros grupos. Buscan respuestas a los enigmas de la sexualidad.
Al comienzo se produce un aumento del narcisismo. A veces se aísla del mundo y recrea las relaciones en la fantasía siente que el futuro está afuera, en otra parte. Quiere conocer lugares y personas, probar cosas diferentes.
Va experimentando, descubriendo, va conformando su nueva identidad.
Ama a alguien que se le parece, o que es como él o ella quisiera ser. Incluso en muchos casos elige alguien del mismo sexo o con características sexuales ambiguas, o alguien que acepta todas sus propuestas y le sigue como una sombra. Otras veces los primeros enamoramientos son con personas de más edad (un profesor, la madre de un amigo, etc.).
Por momentos aparecen sentimientos de soledad y de vacío, se pregunta para qué vive. Siente al mismo tiempo temor de ser aniquilado y culpa por abandonar a los padres. Cuando lucha por sus ideales en contra de los de ellos, siente esto como un asesinato, crecer es ocupar su lugar, desplazarlos. Algunas veces reacciona permaneciendo aniñado.