Como señala Anna Freud (1979) es muy difícil señalar el límite entre lo normal y lo patológico en la adolescencia; en realidad, toda la conmoción de este período de la vida debe ser estimada como normal, señalando además que sería anormal la presencia de un equilibrio estable durante el proceso adolescente.
Osorio (1989) plantea la utilización de un esquema referencial teórico que considera el carácter psicopatológico de los síntomas en la adolescencia, en función de ciertos «módulos o variables», que son: Intensidad, duración, significado regresivo y polimorfismo sintomático, al que denomina "síndrome delincuencial". Al hacer referencia a la psicopatología adolescente, suele aparecer una marcada preocupación de padres y educadores acerca de la homosexualidad, el consumo de drogas, la delincuencia y el suicidio.
Para Osorio (1989) la psicopatología en la adolescencia se focaliza en el área del comportamiento en donde el conflicto Yo- mundo externo deriva de la necesidad evolutiva de diferenciarse e individuarse, dando lugar a conductas desviadas cuando aquella se encuentra exacerbada